Así es como encontró su casa, tras dejarle las llaves a sus amigos cuando se fue de vacaciones

El pasado 8 de agosto, el joven noruergo Erik Schmelck regresó a su casa en Oslo (Noruega) tras pasar sus vacaciones en Estados Unidos. Llegaba cansado y quería pasar el día sentado en el sofá viendo la televisión.

Pero cuando se dispuso a entrar por la puerta de su vivienda quedó asombrado ante lo que veía. Antes de irse de vacaciones, dejó las llaves de la casa a sus amigos, que decidieron gastarle una peculiar broma al joven viajero.

El suelo de la casa se encontraba repleto de vasos de plástico, 3200 vasos todos con agua en su interior. Además, el sofá se encontraba totalmente envuelto en papel higiénico.

Tampoco podría ver su apreciada televisión sentado en una silla porque la pantalla estaba totalmente cubierta de papel film, y también la mesa del salón.

Su cuarto de baño estaba también lleno de globos hinchados y sobre la cama de su habitación se encontraban todos los cubiertos de la cocina, de manera muy ordenada eso sí.

Erik, con la ayuda de sus graciosos amigos, tardaron en limpiar y recoger todo casi cuatro horas. El joven no pudo conseguir su deseo de descansar nada más llegar de sus vacaciones y seguro que nunca olvidará la broma que le gastaron sus amigos.

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